Por qué las Dietas para CrossFit no Funcionan y Cuáles son las Mejores Soluciones

Al hablar de dieta probablemente te venga a la cabeza muchos conceptos generalmente negativos y de abstención. Cómo pasar mucha hambre, comer sólo unos pocos alimentos, estar amargado y sin vida social, un sufrimiento temporal…etc. Las dietas para CrossFit no distan mucho de estas afirmaciones.

No te culpo por ello, ya que la visión que nos han hecho ver de la alimentación es que lo normal es hincharse a comer todas las mierdas posibles, enfermar y echarle la culpa a la genética o a la mala suerte. Esto no debería ser así, ya que las personas que deciden tener un cambio positivo a base de esfuerzo y con la mentalidad de mejora, no tendrían que ser criticadas por ese tipo de gente que de lo único que se nutre son de excusas. Al igual que en el caso contrario, debemos respetar y entender a quien no quiere cambiar su alimentación.

Lo peor de todo es que las dietas no funcionan, es un hecho evidenciado y es normal que las veamos así.

 

Pero… Y si no funcionan… ¿Qué hacemos aquí?

 

Seguramente habrás visto gente a la que sí les funcionan y mantienen sus resultados a largo plazo. Pero también te habrás dado cuenta de que no son personas normales. Y no por que tengan un físico envidiable, si no porque el verdadero cambio empieza en la mente y en el cambio de percepción de la alimentación.

Así que ya sabemos que sí se puede, a continuación veremos los principales errores al afrontar las dietas para CrossFit, y cómo transformar ese concepto para conseguir resultados reales.

 

Problemas de las dietas para CrossFit:

 

Un enfoque a corto plazo

Queremos resultados, y los queremos ya. Nuestro sistema de recompensa nos hace buscar constantemente resultados inmediatos después de un esfuerzo, con la creencia de que estamos perdiendo el tiempo al no obtener beneficio instantáneo.

Al igual que cuando empezaste a entrenar, pensabas que hacer más era mejor, pero las consecuencias de entrenar demasiado al principio eran mucho mayores que los beneficios. Y esto aplica a las dietas para CrossFit, puede que en un momento determinado necesites ser muy restrictivo, pero eso sólo debería ser una herramienta ocasional y controlada.

Una dieta no puede ser algo momentáneo para conseguir un cambio a corto plazo y que esto se mantenga a largo plazo. Una dieta demasiado corta es, como norma, una dieta demasiado restrictiva y carente de adherencia, que es el principal factor a buscar.

Este punto tiene la culpa de que veamos las dietas como algo muy restrictivo, y peor aún, como algo temporal.

 

Falsas expectativas

También habrás oído el típico: yo como bien y me pongo así en un mes (haciendo referencia a una foto de Fraser).

Claro que sí campeón, una lástima que se te hayan perdido todas esas fotos de cuando estabas así.

 

Lo peor es que esta es un situación que se vive casi a diario y aún hay mucha gente dispuesta a creerse este tipo de cosas. Volvemos al estímulo de los resultados inmediatos.

Al igual que veo a gente preguntándome a diario que hago para estar así e insinuándome el uso de anabolizantes. Probablemente quieren saber la fórmula de la píldora mágica, o simplemente quieren auto convencerse de que un cambio no es posible para seguir poniéndose excusas a ellos mismos.

Los resultados no se logran de un día para otro, y aún cuando se empiezan a ver, no son nada extraordinarios para la mayoría de la gente que te rodea. Haciéndonos de nuevo creer que estamos perdiendo el tiempo y que nada de esto tiene sentido.

Este punto tiene la culpa de que veamos las dietas para CrossFit como algo que no funciona, haciéndonos ver que estamos perdiendo vida social y sacrificando demasiado para obtener muy poco a cambio.

 

Malos planes nutricionales

Por parte de muchos nutricionistas. He visto verdaderas barbaridades a la hora de plantear planes nutricionales. Desde dietas para CrossFit extremadamente bajas en calorías, hasta llenas de bollería, o con mil suplementos.

Pero el problema que tienen la mayoría es que no se te enseña a comer. Se te da el pez pero no se te explica a usar la caña. Y es realmente imprescindible saber tomar buenas decisiones nutricionales en el mundo actual. Normalmente se centran mucho en calorías y olvidan lo realmente importante, los alimentos.

Otro de los principales problemas es que en la universidad te enseñan a cuadrar dietas y a hacer un planteamiento perfecto. Pero no te enseñan que esas dietas son para personas y no para robots. Y esto es un problema, ya que cada cuerpo es un mundo, con diferentes necesidades y prioridades a parte de las nutricionales.

Sumándole que muchos de estos «nutricionistas» no han estudiado nada de nutrición deportiva, se les hace poco cualificados para hacer buenas dietas para CrossFit.

Este punto hace que veamos las dietas como algo que seguir a rajatabla y como una condena de por vida. Jugando con la fuerza de voluntad de las personas, y muchas veces, haciéndoles perder sus esfuerzos y su tiempo en un plan nutricional nefasto.

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Mejores soluciones:

 

Cambio de enfoque

Como ya hemos visto, el término dieta está muy mal visto y razones para ello tiene de sobras.

Pero una dieta no tiene por que ser algo ni malo, ni restrictivo, ni debe hacerte pasar hambre, ni tiene por qué estar mal planteado. Pero el problema es que se sigue llamando dieta y sigue siendo algo externo.

 

¿Qué pasa si te digo que estoy a dieta? ¿Y si te digo que soy una persona que se quiere y se cuida?

¿No es lo mismo verdad?

 

La primera afirmación hace referencia a un estado, asociado con algo temporal y pasajero, algo externo ti. Pero la segunda está involucrada con tu identidad; con lo que eres, lo que haces y cómo te ves. La segunda es una afirmación mucho más poderosa y llevadera, y como ya vimos, la adherencia juega un papel fundamental.

comida real

A partir de ahora no estás a dieta, ahora eres una persona que se cuida, que tiene unos objetivos y que ama su cuerpo y su vida. Así es cómo te tienes que ver, y así es como te verá la gente que te rodea.

 

Un propósito fuerte

Como ya vimos en uno de los anteriores artículos, la falta de un propósito real, nos hace cambiar nuestra alimentación con un fin poco grande, y por tanto, hacernos caer en todos los errores comentados antes.

No digo que los objetivos estéticos estén mal, y en muchos casos es el principio de un cambio mucho más grande, pero considero que debemos tener una motivación más allá de vernos bien para la playa.

Lo que no sabemos es que tener un propósito más fuerte que el simple hecho de vernos bien, viene de la mano de un cambio físico inevitable, más duradero e indudablemente más increíble.

Unos ejemplos de objetivos potentes son:

  • Poder moverte sin dolor y sin problemas.
  • Querer mejorar el rendimiento para sentirte como nunca.
  • Querer tener una salud para disfrutar de lo que te gusta.
  • Sentirte bien para cuidar de las personas que te rodean.

 

Perseverancia

Como ya sabemos y nos habremos dado cuenta, funcionamos por estímulos inmediatos.

 

Esfuerzo correcto = resultado = placer

 

Pero debemos saber que cuanto más breve sea el esfuerzo, más rápidos los resultados y en consecuencia, el placer. Por ejemplo: Un trabajo (esfuerzo) que genera unos beneficios (resultado) y en consecuencia sentimos placer (dopamina). ¿Pero que pasa al día siguiente de cobrar? Estamos igual que antes, volviendo al principio de la rueda y así una y otra vez.

¿Y que pasa cuando el esfuerzo se prolonga? Pues que no vemos resultados inmediatos y por tanto no hay placer (no hay dopamina).

Aquí la solución es simple y no hay misterios, algo de fuerza de voluntad al principio es necesaria, lo siento, no hay secretos. Pero lo que debes saber, es que una vez los resultados sean visibles, y consigas ese placer, no va a ser un placer temporal, si no que será mucho más grande que eso, como una mochila de dopamina que lleves a todas partes, sintiéndote como nunca. Cuando el esfuerzo se alarga, también lo hacer tus resultados, y por tanto tu sensación de placer es inevitablemente mayor.

 

Un buen plan nutricional

  • Que se adapte perfectamente (y no sea la típica dieta de cajón).
  • Que sea realista con los resultados. Ya deberíamos saber que los milagros no existen.
  • Que se centre más en alimentos y menos en macros y calorías.
  • Que te de el pez, pero que te enseñe a pescar. La ignorancia es el fracaso del mundo moderno.
  • Que se centre en un cambio real de enfoque. Alineado con tu propósito. Que te cambie desde dentro.
  • Que te acompañen de la mano en el maravilloso mundo de la nutrición. Grandes resultados van de la mano de grandes personas. La perseverancia es clave, y la inspiración a veces viene de quién te rodea.
  • Que la persona que te lo hace tenga una mentalidad de aprendizaje y de mejora. Esta ciencia cambia día a día.
  • Que quién te acompaña esté especializado en dietas para CrossFit.

Personalmente trabajo en asesorías para atletas de CrossFit y me gusta estar siempre a la última en nutrición para plantear a mis clientes las mejores dietas para CrossFit.

 

Conclusión

  • Cambia tu enfoque, ya no estás a dieta, ahora eres una persona que se cuida.
  • Ten un propósito fuerte, un buen motivo para cambiar tu identidad y que sea a largo plazo.
  • Ten paciencia, un esfuerzo grande en una buena dirección, te lleva a resultados extraordinarios que perduran en el tiempo.
  • Tener un plan no está mal, pero aprender lo básico en nutrición mejorará increíblemente tu vida.
  • Si vas a ponerte en manos de alguien, procura que sepa lo que hace y ame su trabajo.

 

Utiliza lo que sabes

Para hacer mas grandes a los que te rodean

– Alex Cama

 

 

 

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